Asistimos estos días al espectáculo de la política. Uno podría pensar que se trata de un espectáculo zafio, bochornoso, o ridículo. No me parece que lo sea. Simplemente se trata de un espectáculo, porque hace ya décadas que la política se basa única y exclusivamente en el espectáculo. Tengo un buen amigo, sabio como pocos, que suele decir que "nosotros los españoles somos tan parecidos a los italianos en lo que se refiere a los gustos mediáticos que basta ver su televisión para saber qué estará de moda aquí dentro de cinco años". Supongo que todo comenzó cuando Tele5 desembarcó en España y las empresas de Berlusconi comenzaron a enseñorearse de la parrilla. Él, Berlusconi, es el paradigma de la política espectáculo. Basta ver la serie 199.. (con sus tres temporadas, 1992, 1993, 1994), para entender cómo una situación política puede degenerar hasta el punto de que un empresario, un profesional de los medios de comunicación y la publicidad, aprovechando los instintos más ba...